Hay que saber que no existe pais sobre la tierra donde el amor no haya convertido a los amantes en poetas.

miércoles, 2 de junio de 2010

Poema de las cosas

Quizás estando sola, de noche, en tu aposento
oirás que alguien te llama sin que tu sepas quién
y aprenderás entonces, que hay cosas como el viento
que existen ciertamente, pero que no se ven...

Y también es posible que una tarde de hastío
como florece un surco, te renazca un afán
y aprenderás entonces que hay cosas como el río
que se estan yendo siempre, pero que no se van...

O al cruzar una calle, tu corazón risueño
recordará una pena que no tuviste ayer
y aprenderás entonces que hay cosas como el sueño,
cosas que nunca han sido, pero que pueden ser...

Por más que tu prefieras ignorar estas cosas
sabrás por qué suspiras oyendo una canción
y aprenderás entonces que hay cosas como rosas,
cosas que son hermosas, sin saber que lo son...

Y una tarde cualquiera, sentirás que te has ido
y un soplo de ceniza regará tu jardín
y aprenderás entonces, que el tiempo y el olvido
son las únicas cosas que nunca tienen fin.

"Blue bird" de Michael Whelan

domingo, 30 de mayo de 2010

Nocturno VIII

Aquí, solo en la noche, ya es posible la muerte.
Morir es poca cosa si tu amor está lejos.
Puedo cerrar los ojos y apagar las estrellas.
Puedo cerrar los ojos y pensar que ya he muerto.
Puedo matar tu nombre pensando que no existes.
Ahora, solo en la noche, sé que todo lo puedo.
Puedo extender los brazos y morir en la sombra,
y sentir el tamaño del mundo en mi silencio.
Puedo cruzar los brazos mirándote desnuda,
y navegar por ríos que nacen en tu sueño.
Sé que todo lo puedo porque la noche es mía,
la gran noche que tiembla de un extraño deseo.
Sé que todo lo puedo, porque puedo olvidarte:
Sí. En esta sombra, solo, sé que todo lo puedo.
Y ya ves: me contento con cerrar bien los ojos
y apagar las estrellas y pensar que me he muerto.

"Hope" de Michael Whelan

sábado, 15 de mayo de 2010

Brindis

He aquí dos rosas frescas, mojadas de rocío:
una blanca, otra roja, como tu amor y el mío.
Y he aquí que, lentamente, las dos rosas deshojo:
la roja, en vino blanco; la blanca, en vino rojo.

Al beber, gota a gota, los pétalos flotantes
me rozarán los labios, como labios de amante;
y, en su llama o su nieve de idéntico destino,
serán como fantasmas de besos en el vino.

Ahora, elige tú, amiga, cuál ha de ser tu vaso:
si éste, que es como un alba, o aquel, como un ocaso.
No me preguntes nada: yo sé bien que es mejor

embriagarse de vino que embriagarse de amor...
Y así mientras tú bebes, sonriéndome- así,
yo, sin que tú lo sepas, me embriagaré de tí...

"Prudence" de Michael Whelan

martes, 11 de mayo de 2010

La Copa de Diamante

Tal vez por un capricho más triste que galante
cuente un día una historia que casi no es de amor.
Tal vez estés ausente, o acaso estés delante,
pero si estás delante lo contaré mejor.

Diré que hubo una copa tallada de diamante,
una flor sin rocío y un blanco surtidor.
Pero aunque se moría de sed un caminante
le negaron el agua para regar la flor.

Como ves es una historia que puede no ser mía,
pues habla de un suceso que ocurre cada día;
burlar a un vagabundo, negar una merced.

Pero al fin de este cuento vulgar y cotidiano,
tú sentirás la copa de diamante en tu mano,
y yo estaré de nuevo muriéndome de sed.

Jose Angel Buesa

miércoles, 7 de abril de 2010

Un consejo

Te voy a dar un consejo,
Que aprendí para mi daño:
Un día que me hice viejo
A causa de un desengaño
Si quieres a una mujer,
Quierela de tal manera
Que la dejes de querer,
Antes de que ella no te quiera.

Porque en esto de amar
Sucede lo que al reñir,
Es necesario matar o
Es necesario morir...

El que no es tonto prefiere
Siempre que de esto se trata,
Al golpe de que se muere
El golpe con se mata;
Porque al que mata,
Lo encierran, pero lo indultan despues
Al que muere, ya ves
Al que se muere lo entierran.

Aqui tienes un consejo
Que aprendi para mi daño,
Un dia que me hice viejo
A causa de un desengaño...

Joaquin Dicenta

lunes, 29 de marzo de 2010

Perdoname

Poema para pedir perdón a un Hombre o Mujer
 
Perdóname… si he ofendido tu corazón;
por no ser como realmente quieres y deseas que fuera.
Perdóname… por todos los sufrimientos que te he causado;
por las decepciones que te he causado en la vida.
Perdóname… por pretender que me ames tanto
y más de lo que yo a ti.
Perdóname… por querer que me perdones;
por brindarte tantas desdichas en la vida.
Perdóname… por todas las tormentas que te he causado,
y todas las angustias.
Perdóname… por todas tus desilusiones;
por quererte tanto.
Perdóname… por pretender tenerte para mí;
por este egoísmo.
Perdóname… por todas las penurias que has pasado conmigo;
por querer cambiar para ti y en el intento fallarte.
Perdóname…por insistir tanto por tu amor,
por mi desesperación.
Perdóname… por quererte brindar lo mejor de mi
y desilusionarte al final.
Perdóname… por todas las veces que he llorado por tu amor.
Perdóname… como yo soy capaz de perdonarte.
Si me amas tanto, perdóname…
Perdóname… por amarte tanto.

martes, 23 de marzo de 2010

¡Los suspiros son aire y van al aire!

¡Las lágrimas son agua y van al mar!
Dime, mujer: cuando el amor se olvida,
¿sabes tú a dónde va?


Gustavo Adolfo Bécquer